El Software de código abierto ha ganado adeptos, usuarios y partidarios con el paso del tiempo. En la actualidad, algunos consumidores informados prefieren ésta alternativa en lugar de adquirir las (muchas veces costosas) licencias de software común o comercial.
La elección de software es una decisión individual o corporativa que depende de ponderar adecuadamente entre las preferencias y necesidades: costo, con excelente rendimiento, compatibilidad garantizada y marca reconocida contra gratuidad y funcionamiento aceptable.
A partir de su auge, han surgido propuestas para que el gobierno consuma, utilice y desarrolle este tipo de Software. Por ejemplo, en Rusia se ha planteado que el cambio debe ocurrir antes de 2015.
Para este cambio, serían necesarias por lo menos:
- Una norma legal que ordene la transición. Hay que tomar en cuenta que los órganos y organismos gubernamentales “no se mandan solos”, sino que necesitan facultad legalmente sustentada para operar el cambio.
- Obligatoria. Para ser congruentes con el objetivo, si se opta por el cambio, su implementación debe ser obligatoria y no facultativa.
- Establecer un plazo, de modo que la transición no se prolongue indefinidamente.
Partiendo del supuesto del que el gobierno compra las licencias de software comercial, la transición hacia el software de código-abierto tiene una ventaja principal: la reducción de costos por la adquisición de licencias.
De cualquier modo, se debe tomar en cuenta que las necesidades de software del gobierno tal vez no puedan satisfacerse en su totalidad solo con productos open-source. Los programas de este tipo son útil para sustituir procesadores de texto, suites ofimáticas, visores y editores de archivos .pdf, sistemas operativos e inclusive antivirus, pero, ¿qué ocurre con el software especializado? ¿Existe una solución open-source para cada necesidad gubernamental? ¿Se creará un problema con compatibilidad de formatos? ¿Será necesario impartir capacitación para asegurarse que los servidores públicos sepan utilizar y exploten el potencial del software de código abierto?
A veces “lo barato sale caro” y no es deseable que salga caro si se paga con cargo al presupuesto público. En mi opinión, la transición al open-source es una propuesta benévola pero inaplicable. Habrá que esperar los resultados que arroje la aplicación de ésta iniciativa en otros países.
Image: Danilo Rizzuti / FreeDigitalPhotos.net
Abogada y Maestra en Comercio Electrónico
Dedicada al estudio de la relación entre Tecnología y Derecho desde 1999.
Escribo y también doy clases y conferencias de este tema además de ser consultora y Directora en IT Lawyers SC.
Auditor Líder ISO 27001:2013
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2 Comments
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Un gobierno en Open-Source ademas de reducir el gasto en el pago de licencias, impactaría positivamente en la economía al fomentar la cración, crecimiento y desarrollo de empresas que brinden soluciones al gobierno vía outsourcing.
Creo que el instaurar software puede ser una opción, pero se tiene que trabajar para desarrollar esas aplicaciones especificas, y que pudiera ser mas sencillo, ya que hay plataformas que lo soportan tales como java, aquí el problema que creo es el lograr que los usuarios del día a día se habitúen a una plataforma libre, el caso de redactar documentos en un openoffice, o el de aprender un sistema operativo libre, ya que el desarrollo se puede hacer sobre plataformas que los programadores consideren mas fáciles, pensando en aplicaciones basadas en web. en este caso el gasto seria el de capacitar a los servidores públicos en estas nuevas plataformas, que seria lo realmente caro en costos y en tiempo.