En una nota anterior, se informaba que el pasado 25 de marzo el IFAI obligaba a cancelar los datos biométricos, pero ¿Qué son los datos biométricos?
Desde hace algunos años la tecnología ha ingresado en campos de la vida cotidiana de manera acelerada, de forma tal que para muchas personas es atractivo ver que lo que se manejaba como ciencia ficción es ahora un hecho; ha sido tan grande su expansión que ahora deja de lado el entretenimiento y el uso industrial para ofrecernos nuevos métodos de seguridad, utilizando los rasgos y características personales para identificar a una persona, a lo que llamamos tecnología biométrica.
En la cinta cinematográfica “Elysium” protagonizada por Matt Damon, muestran un futuro donde la población de bajos recursos vive en la Tierra, la cual se muestra devastada, mientras que aquellos con recursos suficientes habitan en “Elysium”, una plataforma espacial con todo lo necesario para vivir y donde se implementa un sistema de seguridad para que sólo sus habitantes puedan acceder si son identificados por una autorización, la cual almacena características físicas que les permiten vivir en la plataforma.
La biométrica no es una técnica que haya comenzado recientemente, ya que desde los años 60 esta tecnología estaba siendo desarrollada, pero no es hasta el año 2000 cuando se utiliza de tal forma que es capaz de reconocer el rostro de una persona, el cual se compara con un perfil. La función del reconocimiento fue implementada en los estadios del Reino Unido, donde al buscar prevenir situaciones de violencia, en la que una persona ya fue vetada por algún antecedente criminal, ésta pueda ser captada por las cámaras de seguridad antes de que tenga acceso a las instalaciones.
Es un método efectivo que puede identificar características propias de la persona por medio de sus señas particulares, como una huella dactilar, escáner de retina, reconocimiento facial y reconocimiento de voz. Algunas instituciones recurren a esta tecnología, llegando a sustituir a las firmas, tarjetas o credenciales de acceso. Cierto es que es muy atractivo y dota de satisfacción a quien maneja sus datos personales de esta manera, pero también lo es que existen métodos de engaño a los sistemas que se encargan de reconocer y validar a sus usuarios, ya que si el sistema de reconocimiento no es el indicado, tal como es el caso de los Smartphones, otra persona puede obtener el acceso. Existen sistemas de biométrica los cuales tienen la capacidad de identificar a la persona, requiriendo para esto varias muestras del perfil de su usuario, tales como huellas de los dedos o diversas fotografías del perfil de la persona, lo que también hace dudar sobre el manejo de la base de datos.
Recordemos que la huella dactilar y algunos rasgos faciales son únicos de la persona, y es necesaria una impresión precisa para que la biométrica pueda distinguir a una persona de otra, lo que representa que la base de datos sobre nuestro perfil no sea únicamente información personal si no también señas particulares.
Sin la intención de señalar el uso de la biométrica como algo negativo, es necesario recalcar que es un ámbito más de la tecnología y, como todo lo de este campo, comienza con una fase experimental que se ofrece al público, quien analiza sus errores y aciertos con el uso de éstas; pero, cuando se trata de datos personales, necesitamos (y nos da seguridad) saber que existe un mecanismo personal que los protege, lo que nos lleva entonces a plantear una pregunta momentánea: ¿dejarías tu información personal en manos de la biométrica?
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