En los últimos dos años, las redes sociales han sido utilizadas como el principal medio de comunicación en los medios electrónicos ya sea para dar seguimiento a los resultados de los Juegos Panamericanos, comentarios de estrenos mundiales, campañas políticas e, incluso, se han abordado temas de impacto internacional. Es en este punto donde es importante realizar una reflexión con respecto a las aristas más comentadas por los usuarios de las redes sociales: la propiedad intelectual y su innegable relación con los medios electrónicos.

Éstas dos vertientes han culminado en acciones de activismo de carácter internacional que, sin duda alguna, logran que medios como Twitter sean hoy el referente de qué es lo que está pasando por la mente de los usuarios finales, mejor conocidos como: Internautas.

A efecto de no ahondar en cada uno de los movimientos activistas, basta con tan sólo mencionar la lista de los temas principales: Ley SindeLey DuarteLey DöringACTAPIPASOPA, … entre otros no menos importantes…

Los resultados de este activismo no son secretos, en la mayoría de los casos se ha logrado obtener el logro de las metas propuestas mismas que se concentran en: detener los procesos legislativos correspondientes para así evitar la aprobación de lo que las propuestas legislativas tratan.

Pero: ¿Por qué y para qué?

  1. El interés principal se relaciona con la libertad que el Internauta tiene en la actualidad para hacer uso de los medios de comunicación electrónicos, mismos que hoy son semilleros de opiniones, disputas, críticas, propuestas, quejas y sugerencias de infinita cantidad de temas; esto es: el respeto a la libertad de expresión como bastión más importante de estas batallas activistas.
  2. La batalla contra las empresas que detentan derechos patrimoniales de creadores de obras, área respaldada por la actual legislación en materia de derechos de autor y propiedad industrial. La necesidad imperante de un cambio en el modelo de negocio versus el reclamo del usuario final por los precios inalcanzables. ¿Qué es importante y necesario dicho cambio? Sí, ni como negarlo.
  3. El espíritu de intercambio de conocimiento, inundado por el apetito de querer compartir lo que se sabe y a su vez, pedir que los demás hagan lo mismo.
El problema real: la forma

Si bien las propuestas de regulación en materia de propiedad intelectual tanto en el entorno local como en el internacional, persiguen en su espíritu lograr que se mantenga la creatividad, el aporte intelectual, el desarrollo de nuevas invenciones y demás; es importante indicar que el fondo dista mucho de la forma en que se pretende proteger y promover el respeto.

La provocación generada al decir: “te bajo el switch de conexión”, “te sanciono con cárcel”, “te desaparezco de la red”, entre otros… no lleva más que a una reacción negativa, dado que en lugar de que el tema se aborde con una propuesta de un análisis de impacto global hacia todos los actores relacionados, al parecer sólo se está teniendo la arista del interesado en que le respeten sus derechos.

Y los mecanismos propuestos para la aplicación de la norma jurídica, sin duda alguna reflejan la necesidad de que sea la misma autoridad quien realice actos ilegales, como la violación a la privacidad, la complicidad interpretada (para actos implicados de delincuencia organizada), y la presunción más que fortalecida.

¿Es bueno o es malo?

… o ni tan bueno ni tan malo… Es bueno porque el activismo que se realiza conlleva a que el Internauta se involucre en conocer el marco jurídico actual así como la evolución o involución del mismo; es bueno porque provoca y obliga al aparato legislativo a realizar propuestas con un análisis de fondo, con redacciones de forma y con una proyección que beneficie a todos y no sólo a unos cuantos.

Es malo cuando el activismo no deja claro el mensaje final, la meta no debe ser que se realice una declaración como: “Internet es un arma para eliminar legislación, para destituir a servidores públicos… o: para controlar al gobierno”.

El activismo debe dejar claro que el Internauta quiere ser escuchado y considerado para la legislación que hoy se discute así como la que está por venir y, aparejado al movimiento, debe venir con una propuesta en la mano para lograr el justo equilibrio en las legislaciones propuestas. Traducción: el activista al unirse a un movimiento debe informarse, comprender el alcance, medir los impactos y lo más importante: no sólo unirse para levantar la mano sino al contrario, expresarse con propuestas y no sólo con reclamos.

¿Qué tipo de activistas somos?

No hay mucho de donde elegir, porque hay: de los que se dejan llevar por el ruido global de un movimiento; los que aprovechan para ser protegidos dado que saben que infringen hoy la ley y, los que realmente persiguen un fin de mediar entre las partes.

La reflexión personal es: ¿Y yo, qué tipo de activista soy?

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